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NOMON

Una joven de mi pueblo acudió a mí para preguntarme si podía recuperar las imágenes de una tarjeta de memoria que estaba en el interior de una cámara rota y no sabía si había quedado dañada. Pertenecían a una amiga suya que había fallecido, junto con su hijo, en un accidente de circulación. El accidente tuvo lugar en noviembre de 2010.

Además de recuperar las imágenes de la tarjeta, pude encontrar también, gracias a los programas de recuperación de datos, las que habían sido eliminadas, borradas, rotas digitalmente y olvidadas. No obstante, en muchas ocasiones no pude recuperarlas por completo. Por este motivo, esas imágenes tan solo se pueden ver parcialmente, ya que unas franjas grises las ocultan.

A lo largo de ese proceso comprendí el valor que tenía el hecho de rescatar del olvido esas imágenes. Es ahí donde se encuentra la fuerza de la memoria, del recuerdo.

 La parte más difícil de este proyecto fue contarles a los padres de la joven fallecida la importancia que tenían esas imágenes recuperadas del olvido. Les pedí permiso para publicar el trabajo y, sin dudarlo, me lo dieron. Comprendieron que el trabajo nacía de su hija, de su tierra.

Recuerdos, sentimientos, memoria y olvido.    

Ver cómo aparecen las imágenes que habían dejado de existir.

Descubrir es encontrar algo que no había sido observado.

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